El rey indiscutible, el que nos hacía gastar monedas de cinco duros como locos en las recreativas. Street Fighter II ha vuelto con una edición que tiene un nombre casi tan largo como el legado de la franquicia a la que pertenece. Ultra Street Fighter II: The Final Challengers está a la vuelta de la esquina y viene con la intención de captar la atención de los fans de la lucha con la intensidad de un Shoryuken gracias a una apuesta segura, pero con pocas novedades para los que esperaban un paso hacia el futuro de la marca.
Una vieja gloria, ¿suficientemente remozada?
Antes de seguir con el análisis, hay que dejar algo claro, Ultra Street Fighter II es un llamamiento a los que se criaron con sus combates en la era de los 16 bits. El caso que nos ocupa es una readaptación de Super Street Fighter II Turbo HD Remix (lanzado entre 2008 y 2009), que a su vez era un remake en alta definición de Super Street Fighter II Turbo, considerada como la mejor versión de Street Fighter II en la época de los 16 bits por todo lo que ofrecía, y por el estreno del magnífico Akuma.
Dejar su definición ahí sería una injusticia. Este juego incorpora también varias novedades que sus responsables se han encargado de gritar a los cuatro vientos desde que se anunciara. Tenemos la posibilidad de disfrutar de gráficos en HD (adaptados al formato panorámico 16:9) o de los sprites originales (en formato 4:3, con unas barras a los laterales), algo que ya incluía Turbo HD Remix; como también podemos elegir entre los nuevos y los antiguos efectos sonoros (el Tema de Guile sigue pegando con todo en cualquiera de sus versiones), o realizar combates online para medir nuestras fuerzas con todo el planeta. Pero, además, llegan novedades como el Combate a Dúo, un 2 contra 1 en el que compartes barra de vida con tu compañero y le das una soberana paliza a la máquina; la posibilidad de personalizar a tus personajes con una amplísima gama de colores, o incluso de eliminar por completo el HUD en las peleas; los personajes Evil Ryu y Violent Ken (versiones demoníacas y mejoradas de los originales) y el controvertido Camino del Hado, con el que meterte en la piel de Ryu y lanzar Hadokens, Tatsus y Shoryukens en primera persona. De este último hablaremos en profundidad más adelante.
Para algunos, esta ristra de elementos es insuficiente porque, al final, te topas con las mismas mecánicas que teníamos hace ya más de 20 años, aunque han sido matizadas con pequeños cambios de balanceo por los nuevos fichajes. Sin embargo, el factor portabilidad de Nintendo Switch, y la posibilidad de poder disfrutar de piques a dos donde te de la real gana, son su gran baza. Bueno, eso, y que sigue funcionando tan genuinamente bien como lo hacía hace años. La fórmula Street Fighter no falla, ya sea en alta definición o con unos píxeles que te rompan la vista.
Acostumbrándose a la lucha en cualquier lugar
Por si acaso hay alguien que vive en una cueva, los combates en Ultra Street Fighter II: The Final Challengers son prácticamente iguales a los de la entrega que referencia. Se trata de batallas uno contra uno en las que, normalmente, el vencedor se decide al mejor de tres asaltos. Cada personaje, de los 19 disponibles, proviene de un país, con caracterizaciones tan peculiares como la de Vega, el torero-sádico-español contra el que peleas en una taberna con una reja metálica (ay, las ideas de aquellos 90…), y cada uno cuenta con sus propios Movimientos Especiales y Super Combos, realizables a base de combinaciones de direcciones y botones. Pero bueno, a estas alturas todo el mundo sabe lo que es un Hadoken, ¿no?
Quizás el mayor problema que pueda tener esta entrega que visita a la consola de Nintendo sea su control. No nos referimos a fallos en la respuesta, ya que los Joy-Con y el Mando Pro tienen una velocidad de respuesta perfecta se usen como se usen, sino a, precisamente, la disposición de sus botones. En el caso del que escribe estas líneas, siempre he disfrutado de este tipo de juegos de lucha que requieren una serie de inputs algo más exigentes usando el D-Pad; sin embargo, con Switch el único D-Pad que existe es en el Mando Pro, y este a veces no funciona tan bien como debería (curioso, teniendo en cuenta la fama de la casa nipona en este sentido). Además, dado que el atractivo de desacoplar los Joy-Con para echar piques con colegas cuando quieras es demasiado potente, te acabas acostumbrando a tener que usar el stick analógico para combatir, y para los más puristas esta “obligación” puede ser un hándicap importante. Mención aparte para el modo fácil, que establece una serie de accesos directos para hacer los movimientos especiales de los luchadores con tan solo tocar la pantalla de Switch. Al final, la mejor forma de jugar a este título será con los sticks arcade que sabemos que llegarán a la consola, véase el que Hori está preparando; pero, por ahora, lo mejor es hacer un ejercicio de adaptación si eres un amante de la cruceta de toda la vida.
Es una pequeña pega debida al hardware donde funciona, pero para nada logra empañar la versatilidad que precisamente solo logra aportar ese mismo hardware. Ultra Street Fighter II está pensado para que te lleves aquella atmósfera de los salones recreativos a donde quieras; de hecho, hasta permite que te interrumpan la partida en el modo entrenamiento o en el tradicional modo arcade (que, por cierto, carece de las míticas fases de bonus por algún motivo que desconocemos), ya sea con desafíos por internet como con otra consola a nivel local. No hemos podido probar esta vía, dado que todo lo relacionado con luchar online no se encuentra disponible en la versión que estamos jugando, pero nos ha quedado muy claro que Capcom quiere mantener el aire competitivo siempre que sea posible.
¿Y eso de mover los Joy-Con?
Junto a todo esto que estamos recitando, el título incluye una brutal galería de diseños, ilustraciones y montones de imágenes de Street Fighter. No es un añadido clave, pero dadas su extensión y la calidad que poseen todas y cada una de estas imágenes, teníamos que hacer especial mención a este trabajo pensado por y para los fans.
Esa es una de las grandes novedades de Ultra Street Fighter II: The Final Challengers, pero, volviendo a lo de jugar, lo que más llama la atención es el “Imagina Ser Ryu”, perdón, el Camino del Hado; un modo en primera persona que nos pone frente a hordas de Shadaloo repartidas en solo 3 niveles, en entornos 3D, para acabar con ellas haciendo los movimientos más característicos del mítico personaje del kimono blanco. Y con hacer, nos referimos a replicar con nuestros propios gestos, nada de introducir combinaciones de botones con los mandos.
Con un Joy-Con en cada mano, debes imitar los movimientos que se indican en los tutoriales para hacer cualquiera de los cuatro ataques, más la defensa, del personaje. Hadoken, Shoryuken, Tatsumaki Senpukyaku y Shinku Hadoken son las posibilidades con las que defenderse de los enemigos que aparecen, y su realización puede ser mucho más exigente de lo que pensábamos cuando lo catamos por primera vez, y como reflejamos en nuestras impresiones. Seamos claros, a pesar de que cuenta con un sistema con el que desarrollar al personaje, es una modalidad hecha para entretener y captar la atención de aquellos a los que lo del uno contra uno no les haga especial gracia. Por eso mismo, ofrece la posibilidad de contar con un esquema de control simplificado, en el que apenas un gesto puede significar un ataque; pero también incluye la opción de optar por uno más exigente, con grados de precisión regulables y capaces de obligarnos a imitar casi a la perfección el movimiento real (no, no vais a tener que hacer patadas giratorias). Como nota añadida, comentar que es muy importante determinar correctamente la posición neutra de los mandos aquí si no quieres que se convierta en un caótico batiburrillo de golpes y gestos.
Al final, esa loca idea que Yoshinori Ono ya tuvo hace años se convierte en un modo bastante interesante para partidas desenfadadas y para esos momentos de sacar la consola con amigos que propicia tanto Nintendo Switch. Es otro buen añadido, y un acierto para ampliar el espectro de jugadores a los que les pueda picar el gusanillo de la lucha, ya sea por hacer un poco el cafre con los Joy-Con o por querer experimentar la magia del uno contra uno que ofrece Street Fighter.
Ultra Street Fighter II – El retorno del rey
Podrán decir lo que quieran: que si hay pocas novedades, que si es el mismo de 2008, que hay que ver los refritos; pero la verdad es la que es. Ultra Street Fighter II: The Final Challengers solo necesita un par de combates para convencerte y desmostrarte qué ha hecho grande a la saga. Debo reconocer que era uno de los escépticos, pero ya he perdido la cuenta de los combates que he disputado con él en Nintendo Switch porque, comentaba, sigue haciéndolo todo tan bien o mejor que en la era de Super Nintendo.
Hubiera sido genial poder probar sus funciones online para poder valorar con mayor exactitud el conjunto, pero lo que trae Capcom es un juego capaz de atraer al veterano por gozar de una base a prueba de bombas (y por la nostalgia, para qué engañarnos); pero también al que apenas ha tocado el género gracias a cosas como el Camino del Hado o la opción de ejecutar ataques especiales con solo tocar la pantalla. Sí, Ultra Street Fighter II: The Final Challengers es una apuesta segura, y os va a hacer gastar los mandos con sus peleas. Eso sí lográis superar la peligrosa barrera de precio que tiene…
Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga de Ultra Street Fighter II: The Final Challengers para Nintendo Switch proporcionado por Nintendo España.
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