Análisis TumbleSeed

Análisis – TumbleSeed (Nintendo Switch). Tan duro y bonito como escalar una montaña

A veces surge un flechazo a primera vista. No se trata de nada más que una atracción puramente basada en la apariencia física. Y en Aeiowu saben cómo lograr que eso ocurra. Si a alguno no os suena este pequeño estudio indie deciros que son los creadores del mítico Threes! que tuvo enganchado a miles de personas en sus teléfonos móviles con su simpleza jugable y artística. Y si algo tiene TumbleSeed, su nuevo juego para Nintendo Switch, es eso, simpleza jugable y un diseño artístico que llama la atención nada más verlo.

 

 

TumbleSeed – Es duro ser una semilla

TumbleSeed es un simulador de semilla en el que nuestro objetivo es llegar a la cima de una montaña para así acabar con la plaga de gusanos que están destrozando la montaña donde vivimos con nuestro poblado. ¿Y cómo pueden amenazar unos gusanos a una montaña? Pues destruyéndola poco a poco a base de hacer agujeros sin fondo en todo el suelo y sin suelo no hay lugar donde germinar y seguir el ciclo de la vida.

 

Y bajo esta premisa empieza la aventura de TS la semilla elegida dado su poder de transformarse en distintos tipos de semilla, cada una con una habilidad que se activará al pasar por las diferentes baldosas con forma de rombo que pueblan la montaña. Por desgracia para activar estas baldosas necesitaremos gastar una cantidad determinada de cristales que estarán repartidos por todo el escenario o dentro de los numerosos enemigos que pueblan la montaña. Para escalar la montaña tendremos que mover con ambos sticks los extremos de una barra horizontal por la que se desliza TS a la vez que evitamos a los enemigos y agujeros, sobretodo estos últimos que nos harán volver al último checkpoint si caemos por ellos. Destacar el uso de la vibración HD que hará que sintamos poco TS se desplaza de un lado a otro a distintas velocidades.

 

Y el tema de los checkpoints merece desarrollarse debidamente. En cualquier momento que veamos una de las numerosas baldosas con forma de rombo podremos crear uno, pero entonces no podremos activar ninguno de los demás poderes de TS. Esto crea un importante factor de riesgo y recompensa, donde debemos medir si nos interesa jugárnosla y avanzar un poco más sin un punto de control a favor de usar otro de los poderes que pueda que nos permitan avanzar más…o no, en cuyo caso retrocederemos y tocará volver a subir.

 

Tumbleseed

 

Saber gestionar el uso de las baldosas es super importante, pues al margen de los 4 poderes básicos de TS (hacer un checkpoint, conseguir espinas para defendernos, generar cristales o recuperar vida) podremos conseguir hasta una treintena de poderes más. Y creedme cuando os digo que hay veces en las que lo he pasado canutas por arriesgar más de la cuenta, escoger una semilla de ataque, caerme por un agujero y tener que repetir una zona con más agujeros que un queso gruyere.

 

Camino a la cima nos encontraremos con cuevas donde escoger entre dos poderes pero tranquilos al contrario que en otros juegos roguelike, que te dan la mejora sin explicarte qué hace, aquí podremos probarla antes de cogerla. Pero las cuevas no son lo único que encontraremos en nuestro ascenso. Separando cada una de las cinco zonas de la montaña nos encontramos con poblados con minijuegos, misiones secundarias, tiendas, bancos de cristales y bibliotecas. Por desgracia para encontrar mucha de esta zonas y poblados tendremos que morir muchas veces, porque TumbleSeed es un juego muy exigente.

 

 

«Vine por el aspecto gráfico y me quedé por el reto»

Al control único y particular de este título se suma una exigencia de precisión máxima por parte de jugador. Esquivar un gusano que embiste hacia tí, mientras una ranaraña intenta aplastarte no es tarea fácil, pero si para colmo estás en una zona plagada de agujeros la cosa alcanza unas cuotas de dificultad bastante elevadas, sobretodo si vamos a lo loco. Y de nada sirve confiar en aprenderse las zonas de memoria porque cada vez que muramos el escenario, enemigos y poderes que encontremos será diferente. En definitiva, la curva de dificultad es casi tan elevada como la montaña y desde luego no es para todos. Pero recordad con calma y tranquilidad se llega más lejos que a lo loco. Si tanta aleatoriedad te cansa siempre puedes probar la Daily Run diaria característica de los títulos de este género. En ella todos los jugadores a nivel mundial se encontrarán ante la misma partida y podrán comprobar en los rankings online quien ha llegado más lejos.

 

Como ya adelantaba al principìo del texto el diseño y apartado artístico de TumbleSeed destaca por méritos propios. Greg Wohlwend vuelve a hacer un gran trabajo plasmando su peculiar estilo y uso de los colores en un mundo de semillas e insectos, al igual que ya pasó con Threes! o Ridiculous Fishing.

 

 

Tumbleseed – Lo bonito también puede ser cruel

Está claro que la naturaleza es sabia y tiene sus formas de asegurarse que el ciclo de la vida siga su curso. Y menos mal que es así, porque como tuviésemos que dejar que la germinación de semillas a cargo de ellas tendríamos un mundo muy bonito pero con pocas flores flores. Y para muestra TumbleSeed.

 

Tumbleseed

Puede que la dificultad tras Tumbleseed no sea del agrado de todos, pero tiene lo necesario para ser uno de los roguelikes que den que hablar y se convierta en el favorito de mucha gente
Historia
50
Gráficos
80
Jugabilidad
80
Duración
70
Sonido
75
Nota de lectores0 Votos
0
Pros
El apartado visual es una delicia
Tanto la premisa como el sistema de control es muy original
El sistema de riesgo-recompensa a la hora de usar las distintas semillas-poderes
Contras
La curva de dificultad no existe. Es un muro
El control pide ser tan presiso que puede desesperar a muchos
La aleatoriedad hace que no todos los intentos sean igual de justas. Cosas del género
70