La bola rosa de HAL Laboratory vuelve para animar el verano de este interesantísimo año para 3DS. Y lo hace con amiibo una aventura de plataformas en 2D, de espíritu muy tradicional, pero con una novedad sorprendente que va a hacer las delicias de los fans de la bola rosa: por primera vez, Kirby podrá ponerse a los mandos de unas bestias mecanizadas, unos robots que suben el listón a un nuevo nivel de acción y espectacularidad.
Los robots entran en escena
Kirby: Planet Robobot se compone de seis mundos con unas cinco o seis fases, y su desarrollo no sorprenderá a nadie: son lineales, y priman la acción y los puzles por encima de los saltos. Al fin y al cabo, Kirby puede flotar. Pero también puede copiar las habilidades de sus enemigos, y hay una cantidad enorme, todas ellas con un considerable abanico de movimientos y combos. Lo malo es que el juego es demasiado fácil como para que se antojen necesarias, lo bueno es que esta variedad de acción hace de jugar una gozada. Y lo más mejor, es que estas habilidades se mantienen en los robots.
Porque en determinados puntos del nivel, podemos pasar a controlar estos mechas, con gran capacidad destructiva, y que, de la misma forma que Kirby, pueden escanear los enemigos para copiar sus habilidades. No son tantas transformaciones como las de Kirby ni tan versátiles, pero son divertidísimas de controlar (incluyendo un par de vehículos para fases especiales), además de tener un diseño alucinante. Son estos momentos los que añaden más variedad al juego, sin embargo, creemos que no están lo suficientemente explotados, aún a riesgo de saturación. Que no haya ningún jefe que se controle desde el robot nos parece un crimen.
Tan fácil que se corta las alas
Uno de las mayores virtudes del juego es también uno de sus mayores problemas. Nos explicamos: el juego esconde algunas mecánicas verdaderamente interesantes, destacando más en los últimos niveles… aunque a veces de la sensación de que no son más que prototipos de ideas que nunca se llegan a explotar del todo. El juego es muy, muy fácil, solo algún jefe, si pierdes la habilidad, se te hará más duro. Hay coleccionables escondidos que requieren algo más de ingenio, y creemos que ese es el nivel que debería haber mantenido todo el juego, porque en general es un paseo que se termina pronto. A ver, otra forma de verlo es que es un divertimento sencillito de calidad desbordante. Kirby: Planet Robobot es divertidísimo, pero da rabia que se autolimite de esta forma, porque de verdad tiene un potencial enorme.
Para compensar la corta duración hay una abundante cantidad de extras: además de un par de sorpresas post-aventura, tienes desde el principio dos minijuegos totalmente independientes, muy al estilo de la anterior entrega de 3DS. En uno de ellos controlamos a Kirby en pequeños niveles 3D, con el objetivo de eliminar a todos los enemigos en el menor tiempo posible. La posibilidad de encadenar combos es lo que más vida da a un modo por otra parte muy corto.
El segundo es algo caótico y menos preciso que el primero, pero más profundo y con multijugador local. Es una suerte de Monster Hunter en 2D, para hasta cuatro jugadores, con cuatro clases y la posibilidad de subir nivel. De nuevo, el reto contrarreloj es lo que más interés aporta a este modo, ya que eliminar a los monstruos no supone ninguna dificultad.
Uno de los mejores usos de las 3D
Donde el juego es intachable es en el apartado técnico. Las melodías tienen un nivel medio, pero los gráficos parten la pana, completamente. Coloridos, detallados, sólidos y muy profundos: pocos juegos sacan tanto partido al efecto 3D estereoscópico, con movimientos de cámara, juego en dos planos a la vez, elementos sobresalientes y fondos muy animados y rebosantes de carisma. Aunque el 3D resta algo de fluidez (nunca molesto), es un juego que merece jugarse con el regulador a tope, aunque en el final igual prefieres dejarlo a la mitad, porque madre del amor hermoso, que espectáculo.
Conclusión – A un peldaño de la gloria
La adición de los robots al universo Kirby ha sido todo un acierto, y el juego mantiene un nivel muy alto en sus seis mundos. Su bajísima dificultad es la única pega que se le puede achacar, pues impide que algunas de las geniales mecánicas de Kirby: Planet Robobot brillen todo lo que podían. Por lo demás, es un juego recomendadísimo tanto para fans de Kirby como para los que simplemente quieran una experiencia relajante y divertida. Y los graficazos y el uso del 3D merecen una mención aparte: qué juego tan bonito.
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