Hemos conocido ya las dos rutas que nos trae consigo Fire Emblem Fates, en Conquista apoyamos al reino de Nohr con una jugabilidad más cercana a los Fire Emblem clásicos, debido a la escasez de recursos y a la diversidad de misiones; y en Estirpe, por su parte, apoyaremos al reino de Hoshido, que nos permite la obtención de experiencia y elementos de forma más relajada. Sin embargo, estas dos ediciones no cierran el arco de esta nueva entrega, la encargada de ello es la tercera ruta: Revelación. ¿Qué tendrá de particular esta entrega que nos hace tener que haber jugado a los dos anteriores para comprender todo? Conozcamos qué nos depara Fire Emblem Fates: Revelación.
Historia – La neutralidad tiene mucho que mostrar
Al igual que en las otras dos versiones, compartimos un mismo inicio: despertamos en una fortaleza nohria, tras unos acontecimientos seremos secuestrados por Hoshido, quienes son en realidad nuestra verdadera familia dado que Nohr nos capturó desde pequeños. Tras un dramático incidente, los ejércitos de los dos reinos se encuentran en el campo de batalla, y cada uno de ellos te quiere en su bando. ¿Tu decisión será apoyar tu auténtica familia, o a los que te han criado como uno más?
En esta ocasión, no será ni una cosa ni la otra, dado que en esta ruta nos daremos cuenta de que los extremos no son buenos, y primamos por buscar una solución pacífica que aúne las fuerzas de los dos reinos, dejando las rivalidades y enfrentamientos de lado. Esto, por supuesto, no es compartido por ninguno de los dos bandos que, atónitos ante tus palabras de que dejen de atacarse unos a otros, te acusan de traición y ordenan a su ejército que te ataquen, por lo que no te queda más remedio que huir.
Claramente, esto te deja en una situación entre la espada y la pared en la que te planteas qué puedes hacer para que ambos bandos dejen sus diferencias a un lado. Por suerte, tendrás a tu lado a tu fiel sirviente (Jakob o Felicia, dependiendo del sexo de tu avatar) y a Azura, que apoyan tu decisión de neutralidad, lo que te dará nuevamente fuerzas para tratar de hacer comprender la realidad a cada uno de los miembros de ambos ejércitos.
Esta nueva vertiente muestra sin duda posibilidades en la historia que no veremos en Conquista ni en Estirpe, con resultados que sorprenderán a los jugadores, ya que en muchas ocasiones las elecciones que se ofrecen ante nosotros no son blancas ni negras. Es en los matices donde se encuentra la verdad oculta. ¿Lograréis hacer comprender esto a vuestros detractores?
Jugabilidad – Fusión de rutas = un auténtico Fire Emblem
La jugabilidad en Revelación ha optado por una fusión de Estirpe y Conquista, esto hace que el jugador sienta toda la fuerza de un Fire Emblem sin perder los elementos más novedosos de la saga. Al igual que en la ruta de Hoshido, podemos usar monedas para acceder a distintos combates en los que ganar experiencia y recursos de lo más valiosos, al igual que encontrarlos en el campo de batalla gracias a los «brillos». Esto, sin embargo, no hace que los combates sean más fáciles. Es más, su uso es casi prioritario si queremos maximizar a todos los personajes o no queremos pasarlo realmente mal en los enfrentamientos, que adquieren la variedad y dificultad de Conquista aumentada.
Tendremos que usar los elementos que encontramos en el mapa de manera inteligente para poder sortear las fases sin perder a ninguno de nuestros compañeros y, ojo, esto no será tarea fácil. A las ya conocidas venas de dragón (elementos que se encuentran en el campo de batalla, utilizables únicamente por personajes de sangre real, con diversos efectos en el terreno de juego), se le suman estancias a oscuras que obligarán a avanzar a nuestros personajes a ciegas; trampas que pueden separarte del grupo, áreas de daño masivo… a lo que se le añade una cantidad de refuerzos enemigos bestial, que te urgirá a acabar el objetivo de la misión lo más pronto posible, a no ser que quieras verte rodeado de fuerzas hostiles, quedando en una clara desventaja.
El modo en el que se desarrollan los enfrentamientos no varía, seguimos contando con las mismas debilidades y fortalezas en las armas: Lanzas y dagas superan a espadas y grimorios, estos a su vez lo hacen con hachas y arcos y ellos nuevamente con los primeros. La pérdida de armas, tal y como os comentamos en los otros análisis, se ha visto reducida hasta el punto de sólo afectar a los hechizos curativos. Para paliar esto, se ha optado por un sistema de subida y bajada de estadísticas, dependiendo del arma equipada al atacar, que nos hace estar más pendiente a los enemigos a nuestro alrededor, aunque sin llegar al extremo de preocupación que podía ocasionarte el quedarte indefenso al carecer de arma alguna con la que atacar o defenderte.
El situarnos de forma adyacente a un personaje también nos da una pequeña mejora en nuestras estadísticas, aunque esto ocurrirá de manera similar con nuestros enemigos, por lo que buscar un buen posicionamiento en batalla será crucial. El comando agrupar, de hecho, ya no tiene utilidad si queremos hacer un ataque doble, tal y como ocurría en Awakening, puesto que ahora viene a ser únicamente una aplicación defensiva: nos defendemos del ataque del segundo enemigo que nos ataque y bloquearemos totalmente el siguiente daño que recibamos al completar una barra que se irá rellenando tras recibir impactos.
Fuera de la acción de las batallas, el funcionamiento sigue siendo el mismo, puesto que nuestro castillo será nuestra base de operaciones, y lugar donde emplearemos nuestro tiempo para prepararnos o, simplemente, pasar el rato. Será tan personalizable como siempre, aunque bien se echan en falta nuevos estilos para dar al castillo, puesto que comparten los mismos que en la senda blanca y negra, sin ningún añadido. Las tiendas y elementos de los que podremos disponer en este espacio serán los mismos que en las otras dos ediciones, pudiendo colocar los de ambos si así se desea (podéis ver estos con más detalle en nuestros análisis por separado de Conquista y Estirpe).
Gráficos y Sonido – Tan pulido como sus compañeros
El estilo gráfico de Revelación continúa, como no podía ser de otra forma, con unos diseños de entornos y personajes envidiables, no por nada son los mismos que los otros dos, que ya lucían la mar de bien. Si embargo, ahora hemos de añadirle nuevos escenarios (y elementos de estos) que le darán un nuevo enfoque, y mostrarán la expansión que este título pretendía mostrar, más allá del choque entre occidental y oriental que representan Hoshido y Nohr.
Hablar de las escenas 3D sería reiterativo por nuestra parte, y sin embargo, no podemos evitar hacerlo, dado que muestran un trabajo de lo más cuidado, viéndose algunas de ellas absolutamente espectaculares, en especial en esta tercera ruta.
En el tema sonoro, seguimos echando en falta el doblaje al japonés, aunque contamos con uno inglés que alcanza su súmmum gracias a, entre otros personajes, Azura, interpretada por Rena Strober, y sus bellos temas musicales que, sin embargo, echamos en falta. No, no os confundáis, el bonito tema de esta saga continúa escuchándose de sus labios. Sin embargo, contrariamente a Conquista y Estirpe, no cuenta con un tema vocal propio, como las canciones del alba o el ocaso. Esto, pese a todo, ha sabido compensarse con nuevos temas de batalla que van a más conforme avanzamos, creando una auténtica orquesta musical para nuestros oídos.
Duración – Más personajes, más horas
Aunque Fire Emblem Fates: Revelación posee el mismo número de capítulos que los de sus predecesores, la gran cantidad de personajes con los que nos encontraremos, a la par que el reto que supondrán los combates, darán un poco más de vida a esta tercera parte, siempre que vayamos buscando conseguir todos y cada uno de ellos, claro está (al más puro estilo Pokémon). Por lo que podremos situar la duración de Revelación alrededor de las 35 horas. Si, parece no variar mucho, sin embargo, tendremos que contar nuevamente con las misiones y batallas que nos podrán dar las funcionalidades online, StreetPass, amiibo y, por supuesto, los DLC que llegarán a nuestras manos y que nos tendrán ocupados durante meses.
Conclusión – Lo que debería haber sido
Fire Emblem Fates: Revelación muestra la clara evolución de la saga. Es el reto que los jugadores clásicos buscan. La dificultad que aquí se nos presenta, debido a la cantidad de elementos que debemos tener en cuenta antes de hacer un movimiento, se acerca aún más al modo clásico que Conquista nos mostraba, logrando que el juego sea un auténtico reto.
Peca, por desgracia, de ser bastante predecible en la consecución de la historia puesto que, siendo avispados y jugando a las versiones anteriores, podrás unir cabos y ver por dónde van los tiros. Sin embargo, aunque buena parte del desarrollo pueda verse venir, habrá elementos que te pillarán absolutamente por sorpresa, revelando misterios a los que ni Estirpe ni Conquista supieron darnos respuesta, llegando al súmmum en un combate final de proporciones épicas.
Pese a que esta ruta estará disponible para aquellos que sólo hayan acabado una de las dos, es recomendable la finalización de ambas para conocer así el trasfondo de los personajes y datos que de otra forma nos chirriarían bastante. Aquel que busque una auténtica experiencia de Fire Emblem debe jugar a Fire Emblem Fates: Revelación. Apena bastante que esta tercera ruta quede vetada a muchos jugadores que sólo buscan adquirir uno de los juegos.
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