Muchos sabréis que Masahiro Sakurai escribe una columna semanal en la revista nipona Famitsu, donde acerca todo tipo de vivencias personales, relacionadas con temas ajenos a Nintendo, o de su propio trabajo.
Polygon ha traducido del japonés algunas de las últimas entradas de este genio, donde habla del nuevo Smash Bros. para 3DS y Wii U, de sus responsabilidades dentro del equipo y el proyecto… y de muchas otras cosas más. No te lo pierdas, pues no tiene desperdicio:
Sakurai se ha buscado alojamiento cercano a las oficinas de Namco Bandai, en Shinagawa, Tokyo
«Desde que comenzó el desarrollo del nuevo Smash Bros. he vivido a poca distancia del estudio de desarrollo. Si voy a hacer algo como un Smash Bros., tengo que tomar en serio todos los aspectos. Perder tiempo en el viaje o ver si consigo coger el último tren de la noche, quedan fuera de lugar. Así que me mudé aquí temporalmente hasta que complete el desarrollo.»
Un día de trabajo en la piel de Masahiro Sakurai
«Mi trabajo generalmente implica supervisión. El equipo sabe lo que quiero en el juego, así que compruebo que todo el mundo está produciendo, asegurándome que lo que hacen se alinea con el juego. ‘Supervisión’ podría sonar como que todo lo que hago es mirar cosas todo el día, pero no es el caso. El trabajo del equipo está construido totalmente de acuerdo a lo que les dije, por lo que en última instancia mi trabajo es hacer los ajustes y finalizarlo todo. Así que no sólo estoy mirando todos los gráficos, sonidos, movimientos, personajes, escenarios, modos de juego y las interfaces de usuario, pero además tengo que comprobar los documentos de especificaciones que se utilizan para construir todo esto.»
Sakurai se enfrenta en esta ocasión a un gran grupo de nuevos empleados/desarrolladores en la saga. ¿Cómo lo lleva?
«Cuando estoy discutiendo el trabajo de supervisión con la gente, a veces con más de 20 miembros del staff a la vez, a menudo hay una cámara de vídeo grabando lo que digo o lo que les digo que tienen que hacer. Honestamente, no es lo más divertido, porque la gente actúa de forma más moderada cuando tiene en frente una cámara, y a nadie le gusta escuchar su propia voz grabada, pero todo queda registrado con exactitud y puede verse exactamente lo que se dijo en cualquier momento sin tener que depender de vagas anotaciones.»
Sakurai llega a las 10 de la mañana a la oficina, almuerza en la cafetería del estudio a las 12.30 . La segunda mitad de su hora de almuerzo la pasa todos los días jugando partidas a cuatro jugadores al nuevo Smash Bros…. y casi siempre gana:
«En estos momentos, el nuevo Smash Bros. es divertido, más que Melee o Brawl. Sin embargo, tenemos que trabajar para mantener las cosas de forma dinámica, no sólo en ajustar el equilibrio [del juego, de los personajes]. Si aspiramos al equilibrio perfecto, no habrá ninguna personalidad en ello. Por cierto, casi siempre gano en estas batallas. Al parecer, por ahora no soy malo en esto.»
Sakurai ha sido el responsable de ajustar golpes, ataques, etc. en anteriores juegos, al igual que en este. Es una tarea que no puede encomendar a nadie:
«En todos los anteriores juegos de Smash Bros., he ajustado todos los datos de habilidades de combate y golpes por mí mismo, y en este juego está siendo también muy parecido a esto. He pensado en dejar este trabajo a los demás y, de hecho, lo he intentado un par de veces, pero no ha funcionado. No quiero lanzar un juego incompleto, y quiero que todo sea lo más exitoso posible, pero el resultado de esto es una enorme cantidad de trabajo para mí. Es un gran problema, pero hay razones para hacerlo de esta forma.»
Uno de los principales motivos por los que él tiene que supervisar todo lo relacionado con ataques y movimientos
«El equilibro de los personajes en el juego y las características son algo en lo estoy pensando desde el principio, mientras llegan los movimientos. Si dejaba con esto a otra persona a mitad de camino, las cosas se harían más difíciles. Es más rápido y más preciso introducir los números por mí mismo, que tratar de explicárselo con palabras a alguien.»
Sakurai, el último en abandonar la oficina.
«Uno de los problemas con mi trabajo es que hay tantas cosas que necesitan supervisión. Puedo recibir decenas de peticiones en un día, entre las reuniones, chequeos de grupo y otros eventos. Sólo encargándome de todos ellos me lleva hasta las diez de la noche. Trato de dejar cerradas en el mismo día todas esas peticiones, pero a veces esperan al día siguiente, ya que algunos jefes de departamento no pueden estar en la oficina una vez que son aproximadamente las siete de la tarde. Se hace aún más difícil si estoy fuera de la oficina. Este trabajo me mantiene ocupado hasta altas horas de la noche; está en continuo movimiento hacia adelante, es como si tuviera atada una soga alrededor de mi cuello.»
Para finalizar, al parecer Masahiro Sakurai está encantado con las herramientas de Namco Bandai, a la hora de agilizar la puesta a punto de los movimientos de los personajes… ¡Y ya está! Menudo estrés de hombre, ¿eh?
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