La veterana SEGA está pasando malos momentos, concretamente su división dedicada a los videojuegos que ha sufrido pérdidas millonarias, de tal magnitud que se ha visto obligada a cerrar departamentos y sucursales, como por ejemplo, el de control de calidad de sus títulos en EEUU, que pasará a ser dirigido íntegramente por la sede europea.
La comañía japonesa ha tomado otras duras decisiones para paliar esta crisis, viendose obligada a reestructurar su negocio cancelando todo proyecto que no esté relacionado con sus sagas más fructíferas, como los juegos de Sonic, Total War o Football Manager, además de centrar su volumen de negocio en contenidos digitales, mejorando oferta y contenido mientras que reducirán el número de videojuegos empaquetados y el gasto que ellos conllevan.
SEGA en el pasado se vio en la difícil y triste situación de dejar el mercado del hardware de videoconsolas, y ahora va a disminuir el contenido distribuido en formato físico. Veremos si la crisis fuerza a las compañías a mover ficha a favor de abandonar el formato físico antes de lo que nos gustaría.
En breve anunciarán que títulos se verán afectados con esta cancelación masiva. Esperemos que no afecte a nuevas y grandes ideas, a favor de franquicias sobreexplotadas y castigadas.
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